El Ataque de los Monstruos de 20 metros

Por: José Pablo Rivera. Director Creativo FORWARD.

Imaginemos que la pandemia es un ataque de monstruos de 20 metros de alto. Verdes. Babosos. Con un rugido infernal. Como en las películas, todo el mundo corre despavorido hacia todas las direcciones, chocando, cayéndose y gritando. Unos precipitándose al vacío producto de un ataque de pánico, mientras que otros quedan inmovilizados presas del terror, con una mirada hacia el vacío sin saber cómo actuar.

Con la aceleración digital a tope en áreas como la socialización digital, el trabajo remoto, el e-commerce y la educación por Zoom, estamos saturados de cambios, buenos y no tan buenos. Todas las personas, y las empresas, no hemos podido asimilar  del todo cómo actuar en este ataque de monstruos.

Pero como en toda película de monstruos, o de catástrofes, el héroe o la heroína de la historia siempre tiene sangre fría. Aguarda. Analiza. Actúa con cautela. Piensa sus movimientos. Da pasos firmes. Busca aliados de valor. Ayuda a los más débiles. Tiene las líneas de diálogo más inspiradoras y motivantes. Muchas veces estos personajes están entrenados y son muy buenos en lo que hacen. De alguna manera son “preppers” y están listos para hacerle frente a lo que están viviendo. Y aunque parezcan desfallecer en algunos momentos, se levantan y vuelven a actuar.

¿Cómo queremos actuar durante este tomo de la historia tan singular que estamos viviendo? ¿Cómo los que actúan con determinación… o los que actúan presa del pavor?


He visto en los medios de comunicación como muchos se lanzan a emprendimientos, con la buena intención de generar un ingreso inmediato, pero con la miopía que les impide construir un idea que perdure en el tiempo.

He visto cómo de la noche a la mañana salen emprendimientos online que carecen de una planificación, de un norte, de una formulación elegante y una ejecución amigable. 

He visto empresas proveedoras de plataformas de e-commerce que han hecho su “agosto” vendiendo la quimera de “llegó el momento de triunfar online” o de “monta un empresa online y empieza a ganar dinero ya”. Pero sus clientes, armados de buenas intenciones y de esperanza, montan una idea floja, sin terminar, sin un imán que atraiga a clientes potenciales. Y terminan desperdiciando su tiempo y su dinero.

También he visto aflorar marcas de alimentos o bebidas que carecen de permisos del Ministerio de Salud. Son “marcas” que creen que montar un perfil de Facebook y tener una etiqueta pegada en su producto, les exime de ubicarse dentro de la categoría de la economía informal, porque ni factura electrónica tienen.

Muchos de estos emprendedores serán aviones que han despegado, pero que se estrellarán inexorablemente justo al final de la pista, si no empiezan a profesionalizar su operación. 

Ojo, entiendo que hay que sobrevivir, que hay que reinventarse, que hay que actuar. Entiendo que cuando nos enfrentamos al monstruo, debemos tomar acción. Pero en la medida de lo posible, debemos tomar acciones pensadas, que construyan algo duradero. Debemos aplicar el adagio de: “Pensar antes de hacer.”


¿Pero, qué podemos hacer como dueños de marcas?

Pasemos de la aceleración abrupta que hemos tenido a planificar lo que vamos a hacer. Analicemos cómo esta digitalización que hemos tenido en nuestras empresas se puede adecuar para mejorar la relación emocional con nuestros clientes, y seguir conectando las expectativas de nuestros clientes con nuestra marca.

No olvidemos las cosas buenas que hemos estado haciendo por ellos durante este ataque de los monstruos. Todas las nuevas acciones que tomamos y se probaron como efectivas deben ser integradas a nuestra propuesta de valor de ahora el adelante: ayudándoles con un servicio a domicilio, a ahorrar, a aminorar su incertidumbre, etc.

Pensemos en innovación pero con sentido de negocio a largo plazo. De nada vale dedicar capital, talento y esfuerzo para salir con una idea que, tan pronto pase la pandemia… como dijimos anteriormente… se estrelle justo al final de la pista.

Trabajemos en equipo. Las hazañas más grandes siempre se logran con un trabajo colaborativo. Contar con una red de personas de confianza es vital.

Tomemos mejores decisiones… pero eso sí. Más rápido. El nuevo normal está a la vuelta de la esquina. 

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