“Fumarse algo” no le inspira

Muy interesante la repetitiva frase que todo publicista haya escuchado alguna vez: “fúmese algo”. No hay creativo que se precie de serlo, quien no haya salido de la sala de reuniones de su cliente, con un golpe en la espalda seguido de esta sonora frase: “Fúmese algo.” Esta expresión proviene de aquella “golden age” de la publicidad de los años sesentas, donde los integrantes del equipo creativo eran una combinación entre hippies y artistas, y a quienes sí les creo que “se la fumaban” para sacar algunas ideas que alimentarían sus relucientes campañas.


Pero hoy en día, la industria ha cambiado mucho. O al menos ese segmento de la industria de la comunicación que me ha tocado ver a mí durante estos 25 años de carrera (¡y de carreras!). Los que trabajamos en los departamentos creativos de las empresas de comunicación somos personas que no deberíamos necesitar de narcóticos para poder crear una idea para un cliente. Es más, usarlos sería una falta de profesionalismo, ya que ningún cliente desearía depositar la responsabilidad de su marca en alguien que no esté al 100% de sus facultades. Tampoco existe la musa divina que baja del cielo para inspirarnos con su magia y encanto. De hecho, para que lleguemos a las ideas, debemos sentarnos en nuestra estación de trabajo y… bueno… ponernos a trabajar, a pensar. En el más reciente estudio del website WeTransfer, se realizó una encuesta alrededor del mundo entre el 1ero y el 30 de junio del 2018. En total fueron recolectados más de 100,000 datos entre 10,128 usuarios de WeTransfer en 143 países (¡incluyendo nuestra pintoresca Costa Rica!)



Este estudio arroja que un 65% de los usuarios requieren estar tranquilos y en silencio para ser realmente creativos.

Solamente un 6% de los entrevistados dicen ocupar alcohol y un 3% usan drogas para “ser realmente creativos”. Mientras que un 45% se inspiran con libros y revistas o hablando con amigos.


Un 47% obtiene sus mejores ideas cuando está en su trabajo/escritorio o estudio. Un 29% cuando va o viene de su trabajo, un 23% en su cama, un 17% en la ducha, un 15% mientras hace ejercicio y un 13% en un café. 


Si por los números nos movemos: cuando contrate un creativo para su próximo proyecto, busque uno que guste de trabajar en una silenciosa oficina o estudio, llena de libros y revistas… ¡y con una humeante taza de té como estimulante!

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