Lo que su marca puede aprender de The Matrix

El  31 de marzo del 2019 se cumplió el 20 aniversario (¡¡¡¡Veinteeee!!!!) del estreno de The Matrix en las salas de cine. Todavía recuerdo estar haciendo fila en el Cine Magaly, para entrar a ver el estreno de la que se consideraba “la primera película del siglo 21”.

Aparte de la cinematografía genial, un diseño de producción de lujo, una música trepidante, efectos especiales nunca antes vistos y una estética muy original, lo que más me llamó la atención fue el carácter profundo de la historia y las conexiones con verdades fundamentales del ser humano.

Veamos cuales cosas pueden aprender las marcas de The Matrix.

Lo importante es la historia

Más allá de la estética hipnotizante de The Matrix, lo que nos pone en el borde del asiento es su historia. Una historia poco convencional. En esa época a los hermanos Wachoswki (hoy las hermanas Wachowski) escribieron un guión inusual y “poco mercadeable” según los ejecutivos hollywoodenses de la época. Pero ellos se centraron no en los efectos, sino en una historia, en el viaje del héroe de Neo. Cuando las marcas no son solo “paquete” sino que tienen una historia que contar, se vuelven automáticamente más cercanas a sus clientes. Se relacionan con las aspiraciones de sus clientes y se conectan con sus necesidades más básicas.

Conexiones emocionales profundas

Matrix define una serie de personajes y situaciones muy marcados por las emociones humanas. Miedo, angustia, desesperación, esperanza, valor, confianza. Creo que cuando las marcas despiertan una emoción en el receptor, vamos por el camino correcto en la conexión a largo plazo. Es importante ver de qué forma nuestra marca puede cambiarle la vida a sus clientes, desde poner un poco de sabor dulce en su boca, hasta incidir notablemente en la salud de su familia. Defina cuales necesidades emocionales va a llenar su marca en la vida de sus clientes y afine su marca para lograrlo.

Elementos arquetípicos

Si usted ve The Matrix, puede encontrar una serie de alusiones a mitos, historias y leyendas que han estado presentes por miles de años en la humanidad. Conceptos como el “escogido”, la “trinidad” (Neo-Morfeo-Trinity), el “arquitecto”. También conceptos filosóficos de Descartes, preguntas fundamentales de la humanidad como “quién soy” y “¿por qué estoy aquí?. Y mención de palabras místicas y casi religiosas como Sión, Nabucodonosor, Neo=One, Merovingio, Morfeo. La lista es inmensa.

Todos estos elementos resuenan en la mente de la audiencia, ya que conectan de manera inconsciente con nuestro sistema de creencias. Cuando tenemos claro el arquetipo de nuestra marca y su función en la vida de nuestros clientes, podemos impregnar de significado la comunicación que hagamos, haciéndonos valer de ciertos atajos cognitivos. Suena a algo difícil, pero si entendemos la forma de hacerlo, se vuelve fácil.

Usar conceptos atemporales

Anoche estaba viendo The Matrix. 20 años después, sus conceptos básicos siguen vigentes (no tanto como el Nokia que se le cae de la mano a Neo cuando intenta escapar del Agente Smith). 

La publicidad no tiene que ser algo meramente de moda. No podemos dejarnos influir por lo que está en tendencia. Por supuesto que debemos refrescar nuestra marca para que se vea actual, pero sin olvidar su esencia. Su ideología de marca debe ser atemporal, su identidad de marca debe tener una personalidad concreta y su logo debe ser capaz de sobrevivir una moda pasajera. Las modas van y vienen. Las marcas deben prevalecer.

Si logramos crear una ideología de marca fuerte, una identidad visual definida y mensajes clave profundos, tendremos una marca atemporal.

Crear tendencia

A finales de los noventas las películas que estaban de moda eran las comedias y las películas de la pareja de policías en acción. De un momento a otro llega The Matrix con una disrupción en la cartelera de los cines de la época. Llega con afiches fuera de lo común, con una película con colores verdosos azulados, ropajes negros (y por supuesto los famosos anteojos oscuros que todos queríamos). Y un soundtrack cargado de música de Rob Zombie, Marilyn Manson, Ministry y Prodigy (para nada la música chicle que sonaba en la radio de la época). 

Toda esa nueva estética fue copiada en películas posteriores, en comerciales de TV, en revistas de moda y más. 

Los Wachowski se atrevieron a apostar por algo diferente… y resultó que crearon toda una tendencia. 

¿Su marca está haciendo lo que hace la competencia? ¿Su marca se ve igual que el resto?

Trabajar con pasión

Cuando Joel Silver, productor de The Matrix se reunía con los directores y su equipo de producción, para proponer los actores de la película, revisaron múltiples opciones: Val Kilmer, Michael Douglas, Will Smith, Brad Pitt y Leonardo DiCaprio. Incluso en un momento pensaron en que Neo fuera chica, e interpretada por Sandra Bullock.

Cuando encontraron a Keanu Reeves y le dijeron: “queremos que entrenes por 4 meses antes de filmar y que leas libros de filosofía y pensamiento como Simulacra y Simulación de Jean Baudrillard”, Reeves puso una gran sonrisa en su cara y dijo “Sí”. Los directores dijeron: “sabíamos que íbamos a necesitar un compromiso maniático de alguien para interpretar el papel… y Keanu fue nuestro maniaco.”

Así que, señor anunciante, sea un maniaco por lo que hace. Hágalo con pasión, con emoción. Hágalo con amor y compromiso. No se rinda. 

Sálgase de la Matrix.